"Una universitaria cursaba el sexto semestre de sus estudios. La chica pensaba que era de izquierda y estaba a favor de la distribución de la riqueza (que aun ella no había logrado). Tenía vergüenza de que su padre fuera de derecha y se opusiera a los programas socialistas. Sus profesores le habían asegurado que la de su papá era una filosofía equivocada. Por lo anterior, un día se decidió a enfrentar a su padre. Le habló del materialismo histórico y la dialéctica de Marx, tratando de hacerle ver cuán equivocado estaba al defender un sistema tan injusto. En eso, como queriendo hablar de otra cosa, su padre le preguntó: - ¿Cómo van las clases? - Van bien -respondió la estudiante.- Tengo promedio de notas de 9. Me cuesta mucho trabajo, no tengo vida social y duermo poco, pero lo logro. El padre pregunta: - Y a tu amiga Soledad, ¿cómo le ha ido? La hija respondió muy segura de sí misma: - Muy mal, Soledad tiene 4 de promedio. Se la pasa todo el tiempo haciendo shopping y anda de joda en joda, no estudia y muchas veces ni siquiera asiste a clases. Va a perder el semestre. El padre mirándola a los ojos, le respondió: - Entonces buscá al Decano y pedile que le transfiera 2,5 de los 9 puntos tuyos a ella, para que ambas tengan 6,5, ésta sería una buena y equitativa distribución de notas. Ella indignada le gritó: - ¿¡Por qué!? ¡He tenido que pelarme el TRASERO para lograr mi promedio, mientras que Soledad no estudia y se dedica a disfrutar la vida! ¡No le pienso regalar mi trabajo! Su padre la abrazó cariñosamente y le dijo: - ¡BIENVENIDA A LA DERECHA!”
Fuente: via mail
Pd: Málaga ;D
1 comentario:
La diferencia está en que a unos les dan 30 horas de clase particular a la semana y les dan los exámenes a medio hacer y a otros no les dejan ni tener libros de texto y les dan los exámenes en griego clásico.
Si todos arrancaran desde la misma posición, estupendo, pero como no es así, hay que subsanar esa diferencia.
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